lunes, 14 de junio de 2010

Home




Viernes, medianoche, sábado. Sábado, el vino más tinto de tu vida, cigarrillos de acero, rulos por aquí, cabellos lacios por allá. La casa del rock no se vendió, rozó la luz. El tema es que la luz quemaba. La casa del rock vuelve a a la bella oscuridad de la intimidad.
Amor en el cuarto, en el living, en la cocina, en el baño. Amistad en cada rincón.
Rock de fondo que a veces se hace salsa, se hace brasileño, se hace pop. El rock no se mancha.
El mundial que está por sonar en cada gol, nosotros que sólo queremos dormir y escuchar los goles desde alguna cama. Alfombra manchada. Sillones y pufs en el techo, en cualquier lado. Mesa después de una batalla de sábado por la madrugada. Almuerzo familiar, algunos faltaron pero les guardamos fideos.



por dafne
fotógrafa y -a veces- escritora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario